martes, 11 de diciembre de 2007
POEMAS DE JOSE DE ESPRONCEDA
http://www.los-poetas.com/j/espro1.htm#Canción%20del%20pirata
http://www.poesiaspoemas.com/jose-de-espronceda/a-jarifa-en-una-orgia
JOSE DE ESPRONCEDA
viernes, 30 de noviembre de 2007
BIOGRAFIA DE BÉCQUER
EL SUEÑO MADRLEÑO
PERIODISMO,POLITICA Y BODA
De 1858 a 1863, la Unión Liberal de O'Donnell gobierna España. En 1860, González Bravo, personaje importante de la oposición conservadora de Narváez, con el apoyo del financiero Salamanca, fundan El Contemporáneo, dirigido por José Luis Albareda y en el participan redactores de la importancia de Valera. Rodríguez Correa, ya redactor del nuevo diario, consigue que entre Bécquer. Se trata de hacer oír al voz del ala liberal del partido moderado. En este periódico el poeta hará de todo: crónica de salones, política, literatura... Desaparece El Contemporáneo en 1865. Y de repente, ante la extrañeza de sus amigos, el poeta se casa en 1861 con Casta Esteban y Navarro. La había conocido en la consulta de su padre, a la que Bécquer acudía para tratarse de una enfermedad venérea contraída en sus años bohemios. Son años fructíferos en los que el poeta publica la mayoría de sus rimas y leyendas y se hace un nombre, además de poder mantener una familia con hijos. Pero en la intimidad de sus escritos el poeta se duele del fin de sus ilusiones. A su ascenso artístico y social (protegido del ministro conservador González Bravo, que lo nombra censor de novelas con un excelente sueldo; director de importantes revistas y periódicos, etc.) le acompaña un aburguesamiento paralelo al de la sociedad madrileña postromántica, realista y poco sensible.
VERUELA
Su quebrantada salud necesita un descanso, y por consejo de su íntimo amigo Ferrán, autor de cantares, con su familia y acompañado de su hermano Valeriano, recientemente separado de su mujer, y de los hijos de éste, se retira en 1864 al Monasterio de Veruela, monasterio cisterciense desamortizado y en el que haya instalada una hospedería en las antiguas celdas. Desde allí remitirá al periodico sus famosas cartas Desde mi celda, en las que, además de hacer reportajes sobre tipos y paisajes, hace un repaso de su vida pasada y actual, marcada por un profundo desencanto.
REVOLUCION Y DESTIERRO.EL PRIMER MANUSCRITO DE LAS RIMAS
1868 será un mal año para el poeta. Casta le es infiel y Gustavo se separa de ella quedando los dos hijos a su cargo. Perderá, con la revolución liberal, su puesto oficial, al tiempo que cae el ministro, protector y admirador de Bécquer Luis González Bravo, quien le había pedido que reuniese sus poesías para publicarlas a su costa. Así lo hizo el poeta, organizando sus rimas en el primer manuscrito del Libro de los gorriones, con prólogo del ministro. Pero en los disturbios de la revolución el palacio de González Bravo fue asaltado por la muchedumbre y el manuscrito se perdió. En Toledo, los hermanos Bécquer, con sus hijos, se refugiaron hasta que amainase el vendaval revolucionario.
MUERTE DE LOS HERMANOS BECQUER. PUBLICACION DE LAS OBRAS CONPLETAS
martes, 27 de noviembre de 2007
LA MUERTE DE NAPOLEON
Además, Napoleón estaba muy obeso, mientras que los enfermos de cáncer suelen estar extremadamente delgados y, cuando 19 años después de su muerte, su cadáver fue exhumado el cuerpo se mantenía en perfectas condiciones. Ambos hechos quedarían justificados por la presencia del arsénico en su organismo.El odontólogo sueco decidió leer todo lo que se había publicado sobre los últimos años de Napoleón, que era mucho material, y al finalizar las lecturas Forshufvud no tenía ninguna duda sobre la causa de la muerte de Napoleón Bonaparte: envenenamiento por arsénico. Pensó que no había forma de probar su sospecha hasta que se enteró que el análisis del cabello permitía no solamente detectar el arsénico en un cuerpo, sino también la cantidad y el periodo en que se había ingerido. Las autoridades francesas no iban a permitir la exhumación del cadáver, por lo que necesitaba encontrar algún mechón de su cabello y nuevamente el fiel ayudante de cámara ofreció la solución ya que entre sus recuerdos personales se encontraba un sobre cerrado escrito de su puño y letra, donde se leía "Cabellos de Napoleón, 5 de Mayo de 1821". Su análisis confirmó todas las sospechas: el pelo contenía trece veces más arsénico de lo normal y hasta sesenta veces más en períodos que coincidían con crisis graves de su enfermedad.
Se concluyó que el arsénico se le suministraba una vez al mes y en una dosis suficientemente elevada para ir deteriorando su organismo sin matarle. Mediante otras muestras se determinó que el envenenamiento se había iniciado desde su misma llegada a Santa Elena y prolongado hasta su muerte. Gracias a las investigaciones del odontólogo sueco nadie podría ya negar que Napoleón hubiera ingerido arsénico. Pero si se trató de un crimen premeditado, un accidente o un error médico… eso ya es otra historia a develar.
EL ASESINATO DE MARAT
Jean Paul Marat según un grabado de 1824
Jean-Paul Marat (Boudry, Suiza, 24 de mayo de 1743 – París, 13 de julio de 1793) fue un científico y médico francés de padre sardo y madre suiza que realizó gran parte de su carrera en el Reino Unido, pero que resulta más conocido como activista, periodista y político durante la Revolución Francesa.
Se le identificó con el ala izquierda de la Revolución. Fue tanto amado por los sectores más desposeídos de la sociedad como detestado por los aristócratas y burgueses. Para garantizar el triunfo revolucionario, estuvo a favor de medidas tan radicales como las llamadas Masacres de septiembre de 1792 de los "enemigos de la revolución" encarcelados. Fue miembro del partido Jacobino durante la Revolución Francesa y ayudó a consolidar el Reinado del Terror elaborando
La muerte de Marat, por Jacques-Louis David (1793)
La caída de los girondinos el 31 de mayo, provocada por las acciones de François Hanriot, se convirtió en uno de los últimos logros de Marat. Su enfermedad de la piel estaba teniendo efectos negativos en su vida, y lo único que aliviaba las molestias eran los baños calientes. Marat estaba en su bañera el 13 de julio de 1793 cuando una mujer que afirmaba ser una mensajera desde Caen (donde los girondinos huidos intentaban ganar una base en Normandía) solicitó entrar en su cuarto.
Él la dejó entrar, le preguntó los nombres de los que la enviaban, y tras apuntar sus nombres presuntamente dijo: «Serán todos guillotinados». La joven, la aristócrata Charlotte Corday, sacó un cuchillo comprado minutos antes en una tienda, al otro lado de la calle, y le apuñaló en el pecho. Marat gritó «A moi, ma chère amie!» («¡A mí, mi querida amiga!») y murió. Corday era girondina, y su acción provocó represalias, en las que cientos de los adversarios de los Jacobinos (tanto monárquicos como Girondinos) fueron ejecutados bajo los cargos de traición. La misma Corday fue guillotinada el 17 de julio de 1793 por el asesinato de Marat.
El asesinato no hizo más que engrandecer su imagen entre las capas más pobres de la sociedad, que lo identificó como a un mártir de la Revolución.
Toda la Convención Nacional acudió a su funeral, y sus cenizas fueron colocadas en el Salón de los espectáculos, donde tenían lugar las sesiones. Cuando los jacobinos iniciaron sus campañas de descristianización deísta, Marat fue casi santificado, y su busto sustituía a menudo a los crucifijos en las antiguas iglesias de París.
LA TOMA DE LA BASTILLA
Artículo principal: Toma de la Bastilla
La Bastilla representó el símbolo del inicio de la Revolución Francesa. La importancia de la toma de la Bastilla ha sido magnificada por los historiadores románticos, como Jules Michelet, que han querido hacer de ella un símbolo fundador de la República. De hecho, los artículos de la época (basados en las cartas de un participante en los acontecimientos) la toma del fuerte se llevó a cabo con pocos altercados y en medio de un ambiente casi infantil. Miles de personas querían invadir el fuerte para obtener armas, éste no estaba defendido más que por un puñado de hombres y la única muerte señalada, de la que la historia hace mención, es la del gobernador Bernard Jordan de Launay.
Toma de la Bastilla, cuadro de Jean-Pierre Louis Laurent Houel (1735-1813)En el centro se aprecia el arresto del marqués de Launay.
La Bastilla fue tomada el 14 de julio de 1789 por los revolucionarios que iban en busca de la pólvora. El pueblo de París mostraba su inquietud creyendo que las tropas extranjeras estacionadas alrededor de París no serían utilizadas para reprimir la revolución. Se había constituido una milicia de 48.000 hombres sin armas. Los electores no habían podido obtener, el 13 de julio, las armas de Les Invalides. El 14 de julio una ingente muchedumbre (de 40 a 50.000 personas) se presentó delante de Les Invalides para apoderarse de las armas. Para defender Les Invalides existen unos cañones al servicio de sus ocupantes, pero éstos no estaban dispuestos a abrir fuego sobre los parisinos. Unos metros más allá, regimientos de infantería y de artillería acampaban sobre la explanada del Campo de Marte, bajo las órdenes de Pierre Victor de Besenval. Éste reunió a todos los jefes de cada regimiento para saber si sus soldados cargarían contra los amotinados; unánimemente respondieron que no. Es el acontecimiento más importante del día. La muchedumbre, que ninguna orden puede contener, escala los fosos de Les Invalides, derriba las cancelas y se apodera de unos 30.000 a 40.000 fusiles, de doce cañones y un mortero. Los parisinos están ya armados, sólo les falta la pólvora y las balas. Corre el rumor de que se encuentran en el castillo de la Bastilla.
CRONOLOGIA DEL 14 DE JULIO
Bajo la presión de la muchedumbre, los electores de París reunidos en la Cámara municipal, envían una delegación al gobernador de la Bastilla, Bernard-René Jordan de Launay, para pedirle que distribuya la pólvora y las balas a los parisinos que deben formar una milicia burguesa. La delegación es recibida amablemente invitada, incluso, a desayunar, pero no consigue convencer al gobernador.
11:30, una segunda delegación conducida por el caballero Jacques Alexis Thuriot y Luis Ethis de Corny, es enviada a la Bastilla. Sin resultado. La muchedumbre armada con los fusiles obtenidos en Les Invalides se agolpa frente a la Bastilla.
13:30, los defensores de la Bastilla (82 invalides y 32 soldados suizos destacados del regimiento de Salis-Samade), abren fuego contra los revolucionarios por orden del gobernador.
14:00, una tercera delegación encabezada por el abad Claude Fauchet es enviada a la Bastilla.
15:00, una cuarta delegación (con Luis Ethis de Corny otra vez) acude a encontrarse con Bernard-René Jordan de Launay, sin resultado alguno. La guarnición de la Bastilla y los amotinados se enfrentan entre sí.
15:30, un destacamento de 61 guardias franceses dirigido por Pierre Hulin, antiguo sargento de la guardia suiza, llega a la Bastilla con cinco cañones sustraídos esa misma mañana de Les Invalides. Se emplazan frente a las puertas y puentes levadizos de la Bastilla, disparan contra ellas y la Bastilla capitula.
17:00, la muchedumbre invade la Bastilla, libera a los siete prisioneros comunes que estaban encarcelados, se apodera de la pólvora y de las balas y lleva a la Cámara municipal la guarnición de la Bastilla. Durante el trayecto, el gobernador es asesinado cortándole la cabeza. Muchos invalides son asesinados. Los asaltantes tuvieron un centenar de muertos y 73 heridos.
DEMOLICION DE LA BASTILLA
La Bastilla se empezó a demoler a partir del 16 de julio por un empresario privado que vendió gran parte de sus piedras como recuerdo (piedras esculpidas representando la Bastilla en miniatura). Incluso se transformó en objetos de piedad y de culto todo lo que se pudo recuperar de carpintería y hierros forjados de la vieja fortaleza. La mayor parte se hizo servir para construir el puente de la Concordia
Desde el 16 de junio de 1792 se decidió que el lugar que ocupaba la Bastilla formaría una plaza llamada de la Libertad y que una columna se levantaría en ese lugar. Palloy puso la primera piedra, pero la construcción no se llevó a cabo. Se instaló una fuente en 1793.
Napoleón, en sus proyectos de remodelización de París, propuso, en 1808 construir un monumento en forma de elefante. Debería medir 24 m. de alto y se utilizaría el bronce fundido de los cañones sustraídos a los españoles. Se podría acceder a su interior por una escalera situada en una de sus patas. Pero sólo se realizó una maqueta, a tamaño natural, en escayola. En la obra de Victor Hugo, Los miserables, se hace mención de la misma ya que la utilizó como refugio de Gavroche. Esta maqueta fue destruida en 1846.
Se decidirá, en 1833, construir la Columna de Juillet, que estaba prevista elevar en 1792, pero se inauguró en 18
BIOGRAFIA DE MARIA ANTONIETA
La emperatriz ya se esfuerza por casar a su hija con el mayor de los nietos de Luis XV que tiene, más o menos, la misma edad que ella. Al mismo tiempo María Teresa I acaricia la idea de unir a otra de sus hijas, Isabel, con el viejo rey Luis XV. Se trata de sellar la alianza franco-austríaca nacida de la famosa « caída de las alianzas » concretada en 1756 por el tratado de Versalles, con el fin de neutralizar la ascensión de Prusia y la expansión de Inglaterra.
Cuando María Antonieta tiene 13 años la emperatriz, vieja dama y viuda, se interesa más por su educación con el fin de casarla. La archiduquesa toma lecciones de clave con Gluck y de baile (francés) con Noverre. Cuando su madre elige, además, a dos actores para darle clases de dicción y de canto el embajador francés protesta oficialmente (los actores pasan entonces por personajes poco recomendables). María Teresa I le pide entonces que nombre a un preceptor aceptado por la corona de Francia. Será el abad de Vermond, admirador del Siglo de las luces y aficionado a las Bellas Artes que, enviado a la corte imperial, iba a reparar las lagunas en la educación de la joven archiduquesa y comenzar a prepararla para sus futuras funciones.
El 13 de junio de 1769 el marqués de Durfort, embajador de Francia en Viena, realiza la petición de mano para el Delfín. María Teresa I acepta de inmediato. En Francia el partido devoto, hostil por la caída de las alianzas llevada a cabo por el duque de Choiseul en favor del enemigo sempiterno, llama ya a la futura delfina "la Austríaca". su matrimonio con Luis XVI.
María Antonieta retratada por Vigée Lebrun.
El 17 de abril de 1770, María Antonieta renuncia, oficialmente, a sus derechos sobre el trono archiducal austríaco y, el 16 de mayo, se casa con el delfín en Versalles. El mismo día de la boda se produce un escándalo de protocolo: las princesas de Lorena, alegando su parentesco con la nueva delfina, se permitieron bailar antes que las duquesas, grandes damas de la nobleza, que murmuran ya contra "la Austríaca". Y por la tarde 132 personas mueren asfixiadas en la calle, en medio del regocijo público.
Joven, bella, inteligente, heredera de Habsburgo y con un árbol genealógico impresionante, su llegada aviva también los celos del pequeño mundo de la nobleza versallesca y de las múltiples y dudosas alianzas. Pero la joven delfina tiene miedo de acostumbrarse a su nueva vida. Su espíritu se pliega mal a la complejidad y a la astucia de la "vieja corte" y al libertinaje del rey Luis XV y de su amante Madame du Barry. Su marido la evita, (el matrimonio no se consuma hasta julio de 1773), ella trata de acostumbrarse al protocolo y a la ceremonia francesa y aborrece tener su corte.
Por otra parte, María Antonieta es aconsejada, a través de la voluminosa y sesgada correspondencia que mantiene con su madre y con el conde de Mercy-Argenteau, embajador de Austria en París –conde de Mercy, la única persona con la cual puede contar, ya que Choiseul murió unos meses después de su matrimonio, víctima de una conspiración provocada por Madame du Barry, la todopoderosa amante de Luis XV. Esta famosa correspondencia secreta de Mercy-Argenteau es una fuente de información extraordinaria sobre todos los detalles de la vida de María Antonieta después de su matrimonio en 1770 hasta el fallecimiento de María Teresa I de Austria en 1780. Según el autor de un libro en el que se recoge dicha correspondencia:
Estos documentos originales no sólo nos revelan su intimidad, sino también cómo María Antonieta, desprovista de experiencia y falta de cultura política, fue manipulada por su familia austríaca a la cual ella estuvo siempre ligada.
SU VIDA EN LA CORTE
María Antonieta intenta influir en la política del rey nombrando y destituyendo ministros caprichosamente o siguiendo los consejos interesados de sus amigos. Así, por una cabezonería, se inmiscuye en el caso Guines (embajador en Londres, acusado de una conspiración para llevar a Francia a la guerra), que provoca la caída en desgracia de Turgot. El barón Pichler, secretario de María Teresa I, resume con mucho tacto la opinión general y escribe:
Ella no quiere ser gobernada, ni dirigida, ni siquiera guiada por las personas entendidas. Esta es la cuestión hacia la cual todos sus pensamientos parecen, hasta el presente, estar concentrados. Fuera de esto, no reflexiona demasiado, y el uso que ha hecho, hasta el momento, de su independencia es evidente pues sólo se ha preocupado de la diversión y la frivolidad
.
Una verdadera campaña de desprestigio se monta contra ella desde su acceso al trono. Circulan los panfletos, se la acusa de tener amantes (el conde de Artois, su primo o el conde sueco Hans Axel de Fersen) e incluso de mantener relaciones con mujeres (con condesa de Polignac o la princesa de Lamballe); de despilfarrar el dinero público en frivolidades o en sus favoritos; de seguirle el juego a Austria, dirigida por su hermano José II. Hay que reconocer, sin embargo, que ella ha hecho todo lo posible para favorecer al partido anti-austríaco, deponiendo de su cargo a D’Aiguillon, y sustituirlo por Choiseul, pero todo había sido en vano. Versalles se queda vacío, huyen los cortesanos desdeñados por la reina y los que no tienen los medios suficientes para sostener los gastos de la corte.
El 19 de diciembre de 1778, María Antonieta tiene su primer hijo: es una niña, María Teresa, llamada "Madame Royale". El 22 de octubre de 1781 nace el delfín Luis José (llamado Luis José Javier Francisco). Pero los libelos han hecho correr rápidamente la noticia de que el niño no es hijo de Luis XVI. Tras los nacimientos, María Antonieta cambia un poco su forma de vida, pero sigue de cerca la construcción del "Hameau" en Versalles, una aldea en miniatura en la que la reina cree descubrir la vida campestre. Se dedica a la caridad. El 27 de marzo de 1785 nace su tercer hijo, Luis-Carlos (Luis XVII), duque de Normandía. El 9 de junio de 1787 nace su última hija Sofía Beatriz (María Sofía Helena Beatriz) que murió con un año de vida de tuberculosis (19 de julio de 1788).
En julio de 1785 estalla el "caso del collar": el joyero Bohmer reclama a la reina 1,5 millones de libras por un collar de diamantes encargado en nombre de la soberana por el cardenal de Rohan. Ella no se hace responsable. Insiste en arrestar al cardenal al que acusa de insultarla al achacarle la compra del collar y el escándalo es inevitable. El rey confía el asunto al Parlamento que determina que la culpa corresponde a un par de aventureros, los pretendidos conde y condesa de la Motte y disculpa al cardenal de Rohan, engañado pero inocente. La reina, aunque inocente también, es tratada con gran desconsideración por el pueblo.
María Antonieta toma conciencia, por fin, de su impopularidad y trata de reducir sus gastos, especialmente los de su mansión, lo que provoca nuevas críticas y un gran escándalo en la corte cuando sus favoritos se ven privados de sus cargos. Todo es inútil ya que las críticas continúan y la reina se gana el apodo de "Madame Déficit". Es acusada de estar en el origen de la política anti-parlamentaria de Luis XVI y de nombrar y destituir a los ministros. En 1788 es ella la que induce al rey a despedir al impopular Loménie de Brienne y sustituirle por Necker. Ya es demasiado tarde, Luis XVI había sido demasiado débil.
LA REVOLUCION
El 4 de mayo de 1789 se abren los Estados Generales. Después de la misa de apertura sube al púlpito monseñor de la Fare que, con duras palabras, ataca a María Antonieta denunciando el lujo desenfrenado de la corte y de los que, hastiados de este lujo, buscan el placer en "una imitación pueril de la naturaleza" (contado por Adrien Duquesnoy en el "Journal sur l’Assemblée constituante"), alusión evidente al Pequeño Trianón.
El 4 de junio muere el pequeño Luis José. Para evitar gastos se sacrifica el ceremonial en basílica de Saint-Denis. La actualidad política no permite a la familia real un sepelio solemne. Conmocionada por este acontecimiento y desorientada por el cariz que toman los Estados Generales, María Antonieta se deja convencer por la idea de una contrarrevolución. En julio, Luis XVI destituye a Necker. La reina quema sus papeles y recoge sus diamantes, trata de convencer al rey para dejar Versalles e ir a una plaza-fuerte segura, lejos de París. Desde el 14 de julio un registro de proscripción circula por París. Los favoritos de la reina están en primer lugar y la cabeza de la reina tiene fijado el precio. Se la acusa de querer hacer saltar el Parlamento con una bomba y de mandar a las tropas sobre París.
El 1 de octubre se produce un nuevo escándalo: tras un banquete ofrecido a los guardias de corps, de la Casa militar, un regimiento de Flandes que acaba de llegar a París, la reina es aclamada, las escarapelas blancas son enarboladas y las tricolores pisoteadas. París está indignado por estas manifestaciones monárquicas y por el banquete dado cuando hasta el pan le falta al pueblo. El 5 de octubre una manifestación de mujeres se dirige a Versalles pidiendo pan y diciendo que van en busca del "panadero" (el rey), la "panadera" (la reina) y el "pequeño aprendiz" (el delfín). Al día siguiente, por la mañana, los amotinados, armados con picos y cuchillos, entran en el palacio, matan a dos guardias de corps y amenazan a la familia real, que se ve obligada a regresar a París escoltada por las tropas del Marqués de La Fayette y los amotinados. Durante el trayecto se lanzan amenazas contra la reina e incluso le enseñan una cuerda prometiéndole una farola en la capital para colgarla.
El 10 de octubre Luis XVI está de nuevo en París. Con María Antonieta deciden solicitar la ayuda de los monarcas extranjeros, el rey de España Carlos IV y José II, hermano de la reina. Pero el rey de España responde con evasivas y el 20 de febrero de 1790 José II fallece. La Fayette le sugiere a la reina, con toda frialdad, que se divorcie. Otros hablan, casi con descaro, de emprender un proceso de adulterio y pillar a la reina en flagrante delito con el conde de Fersen.
Breteuil les propone, a finales de 1790, un plan de evasión. La idea es que dejen las Tullerías, y se refugien en la plaza fuerte de Montmédy, próxima a la frontera. La reina está cada vez más sola, sobre todo desde que, en octubre de 1790, Marcy-Argenteau se ha marchado de Francia para ocupar su nuevo cargo en la embajada de los Países Bajos, y de que Leopoldo II, el nuevo emperador (otro de sus hermanos) elude sus peticiones de ayuda, como monarca filósofo, le aconseja a su hermana que acepte los dictados de la nueva Constitución. El 7 de marzo, una carta de Mercy-Argenteau dirigida a la reina es interceptada y entregada a la Comuna. Otro contratiempo para la reina, una prueba que pone de manifiesto su intención de vender la patria a Austria.
El 20 de junio se produce la evasión, la desafortunada expedición a Varennes. Rápidamente París se da cuenta de la fuga, aunque La Fayette intenta hacer creer que el rey ha sido raptado por unos contra-revolucionarios. La familia real, cerca de París, no se siente muy segura. Desdichadamente, su berlina lleva un retraso de más de tres horas, y así, cuando llegan al primer lugar de encuentro, el relevo de Pont-de-Somme-Vesle, las tropas prometidas se han retirado pensando que el rey ha cambiado de idea. Poco antes del mediodía la berlina es detenida en Varennes-en-Argonne. El conductor del relevo precedente, en Sainte-Menechould, ha reconocido al rey. Se producen unos momentos de nerviosismo, nadie sabe qué hacer y, durante este lapsus, la muchedumbre llega a Varennes. Por último, la familia real amenazada y en medio de una situación muy violenta, es devuelta a París.
DESPUES DE VARENNES
El 10 de agosto se produce la insurrección. Las Tullerías son asaltadas, el rey se refugia en la Convención, que vota su suspensión provisional, y ambos son internados en el convento de los Feuillants. Al día siguiente, la familia real es transferida a la cárcel del Temple. Durante las matanzas de septiembre, la princesa de Lamballe, víctima simbólica, es salvajemente asesinada y su cabeza se exhibe en la punta de una pica, paseándola por delante de las ventanas tras las que se halla María Antonieta. Poco después, cuando ya la guerra ha empezado, la familia real queda retenida por la Convención. A principios de diciembre, se descubre el "armario de hierro" en el que Luis XVI guarda sus papeles secretos. El proceso, a partir de ese momento, es inevitable.
El 26 de diciembre la Convención vota a favor de la muerte de Luis XVI, que es ejecutado el 21 de enero de 1793. El 27 de marzo, Robespierre pregunta, por primera vez, delante de la Convención, por la suerte de la reina. El 13 de julio el delfín es separado de su madre y confiado al zapatero Simón. El 2 de agosto es María Antonieta la que es separada de sus hijas y conducida a la Conciergerie. Su interrogatorio empezará al día siguiente.
EL PROCESO
María Antonieta en 1788, poco antes de su derrocación.
El 3 de agosto de 1793, María Antonieta es puesta a disposición judicial ante el Tribunal revolucionario, presentándose como acusador público Fouquier-Tinville. Si en el juicio de Luis XVI se había intentado guardar las apariencias de una cierta equidad, no se hizo así con el proceso a María Antonieta. El dossier se prepara a toda prisa; es, a todas luces, incompleto, Fouquier-Tinville no logra encontrar todos los documentos de Luis XVI.
Para exagerar la acusación, Tinville hace declarar al delfín contra su madre. Delante del tribunal, el niño acusa a su madre y a su tía de haberle incitado a la masturbación y haberle obligado a ciertos juegos sexuales. Indignada, María Antonieta, pide que las mujeres la defiendan. El motín es evitado por poco.
Se la acusa, asimismo, de entenderse con las potencias extranjeras. Como la reina lo niega, Herman, presidente del Tribunal, la señala como "la instigadora principal de la traición de Luis Capeto", lo cual presupone un proceso por alta traición. El preámbulo del acta de acusación declara asimismo:
Examinados todos los documentos presentados por el acusador público resulta que, a semejanza de las Mesalinas, Brunegilda, Fredegunda y Médicis, que fueron calificadas como reinas de Francia y cuyos nombres, para siempre odiosos, no figurarán en los anales de la Historia, María Antonieta, viuda de Luis Capeto, ha sido, después de su paso por Francia, la plaga y la sanguijuela de los franceses.
Las declaraciones de los testigos de cargo resultaron poco convincentes. María Antonieta contesta que ella:
No fui más que la esposa de Luis XVI, que fue él el que cometió los errores y que ella aceptó su voluntad.
Fouquier-Tinville pide la pena de muerte y declara a la acusada: "enemiga declarada de la nación francesa". Los dos abogados de Maria Antonieta, Tronçon-Ducoudray y Chauveau-Lagarde, jóvenes e inexpertos, desconociendo el dossier, sólo pueden leer, en voz alta, algunas notas que han podido redactar.
Al mediodía del día siguiente María Antonieta es guillotinada, sin haber querido confesarse con el sacerdote constitucional que le habían propuesto. Fue enterrada en el cementerio de la Madeleine, calle de Anjou-Saint-Honoré. Su cuerpo posteriormente fue exhumado el 18 de enero de 1815 y transportado el 21 a Saint-Denis.
En su descargo y por lo que se deduce de una carta escrita a su hermano, parece ser que ella no tuvo nunca ninguna influencia acerca de las decisiones políticas tomadas por del rey.
Tras la ejecución de María Antonieta se declaró la guerra entre Francia y Austria, poniendo fin a la alianza establecida por Bernis y Choiseul, alianza que había resistido hasta ese momento.
BIOGRAFIA DE LUIS XVI
El 16 de mayo de 1770 contrajo matrimonio con María Antonieta, hija de Francisco de Lorena(Francisco I de Austria) y de María Teresa I de Austria, de la casa de los Habsburgo y aunque fuera un matrimonio concertado Luis llegó a querer mucho a María Antonieta, llegando a decirle cariñosamente «¿Pero tú me quieres?». Fue un padre muy afectuoso; cuando Luis José enfermó visitaba a el niño cinco o seis veces al día y en la Prisión del Temple asumió la educación de su hijo Luis Carlos. María Antonieta sería su única esposa, con la que tuvo cuatro hijos:
Princesa María Teresa Carlota (20 de diciembre de 1778 – 19 de octubre de 1851);
Luis José Javier Francisco (22 de octubre de 1781 – 4 de junio de 1789);
Luis Carlos(Luis XVII) (27 de marzo de 1785 – 8 de junio de 1795);
María Sofía Helena Beatriz (9 de julio de 1786 – 19 de junio de 1787)
Tras la muerte de su abuelo Luis ascendió al trono francés, coronándolo en la catedral de Notre Dame con una nueva corona, con rubíes, zafiros y el diamante más fino del mundo, El Regente. Con el nombre de Luis XVI. Tenía en ese momento veinte años.
Primeros años de reinado [editar]
El comienzo del reinado de Luis sufrió un grave contratiempo con la restauración de los Parlamentos, decisión tomada por el ministro Marepas en noviembre de 1774. Los Parlamentos, centro del poder aristocrático, habían sido abolidos en el año 1771 por el ministro de Luis XV, Maupeou. Su recuperación ponía en entredicho el poder de la monarquía y daría pie a sucesos posteriores.
Los ministros de Luis al comienzo de su reinado: Turgot y Malesherbes llevaron a cabo unas reformas económicas liberales que modificara el viejo colbertisme por un sistema de mercado libre. Dichas reformas conmocionaron a las clases favorecidas económicamente, la nobleza y el clero, que, además, formaban los recién restaurados Parlamentos. La oposición de éstos a las reformas económicas finalizó con el despido de Turgot y a la dimisión.
Los ministros de Luis al comienzo de su reinado: Turgot y Malesherbes llevaron a cabo unas reformas económicas liberales que modificara el viejo colbertisme por un sistema de mercado libre. Dichas reformas conmocionaron a las clases favorecidas económicamente, la nobleza y el clero, que, además, formaban los recién restaurados Parlamentos. La oposición de éstos a las reformas económicas finalizó con el despido de Turgot y a la dimisión de Malesherbes en 1776, el cual fue sustituido por el banquero suizo Jacques Necker.
El 25 de julio de 1792, Carlos Guillermo Fernando, Duque de Brunswick, comandante de las fuerzas prusianas, publicó un manifiesto (el llamado Manifiesto de Brunswick) que amenazaba a los parisinos con una venganza ejemplar si la familia real recibía algún daño, amenazando también con castigar cualquier tipo de oposición a los ejércitos prusianos o a la reinstauración forzada de la monarquía. El manifiesto fue considerado como la prueba definitiva de que existía una conspiración entre Luis y fuerzas extranjeras (en este caso Prusia) en contra de Francia. Luis fue arrestado oficialmente el 13 de agosto de 1792. El 21 de septiembre de ese mismo año, la Asamblea Nacional declaró la República en Francia.
El proceso contra Luis comenzó el 1 de diciembre de 1792, bajo cargos de alta traición. Fue sentenciado a muerte en la guillotina el 21 de enero de 1793, por 361 votos a favor, 288 en contra y 72 abstenciones.
Despojado de todos sus títulos por el gobierno republicano, el Ciudadano Luis Capeto, llamado así por los revolucionarios para quitarle su rango de rey, fue guillotinado frente a una multitud embravecida. A su muerte, su hijo de ocho años, Luis Carlos, se convirtió, para los monárquicos franceses y algunos estados extranjeros, en Luis XVII, Rey de Francia de jure, a pesar de que Francia había sido declarada república.
miércoles, 14 de noviembre de 2007
JORGE III DE INGLATERRA
Jorge fue el tercer monarca británico de la Casa de Hannover, pero el primero en nacer en Gran Bretaña y usar el inglés como lengua materna. Durante el reinado de Jorge III, Gran Bretaña perdió sus colonias en Norteamérica, las cuales se convirtieron en los Estados Unidos. También durante su reinado, los reinos de Gran Bretaña e Irlanda se unieron para formar el Reino Unido.
Más tarde en su reinado Jorge III sufrió de una recurrente y finalmente permanente enfermedad mental. Se piensa ahora que sufrió de desórdenes mentales y nerviosos como una consecuencia de la enfermedad sanguínea llamada porfiria, que ha afectado a varios monarcas británicos. Recientemente, los científicos han descubierto altos niveles de arsénico en el cabello del rey Jorge III, por lo que se podría suponer que ésta fue una posible causa de la locura y los problemas de salud de Jorge III. El dramaturgo Alan Bennett escribió una obra de éxito sobre este tema y el director Nicholas Hytner la llevó al cine con el título La locura del rey Jorge.
Después de una recaída final en 1811, el primogénito de Jorge III, Jorge, príncipe de Gales, gobernó como regente. Tras de la muerte de Jorge III, el príncipe de Gales sucedió a su padre en el trono con el nombre de Jorge IV.
A Jorge III se le conoció con el sobrenombre de Granjero Jorge, por sus modales simples y llanos.
Como el príncipe Jorge había sido prematuro, fue bautizado inmediatamente después de nacer en Norfolk House por el obispo de Oxford, Tomás Secker. El bautismo público sería oficiado nuevamente en Norfolk House por el obispo Secker, el 4 de julio de 1738. Sus padrinos fueron el rey Federico I de Suecia (representado por Lord Baltimore), su tío materno, el duque Federico III de Sajonia-Gotha (representado por el duque de Chandos) y su tía-abuela, Sofía Dorotea de Hannover, reina de Prusia (representada por Lady Carlota Edwin, hija del duque de Hamilton).
Jorge II y su hijo el príncipe de Gales tenían una relación muy difícil. Jorge y sus hermanos fueron desterrados de la corte en sus primeros años. En 1751, Federico Luis murió, dejando al príncipe Jorge el ducado de Edimburgo. El nuevo duque de Edimburgo era, entonces, el presunto heredero al trono, y fue nombrado posteriormente príncipe de Gales. Su madre, Augusta, desconfiaba de su suegro, el rey Jorge II; por ello, mantuvo al príncipe de Gales alejado de su abuelo. Una influencia importante en la infancia del nuevo príncipe de Gales fue John Stuart, 3r conde de Bute, que le serviría más tarde como Primer Ministro.
El Parlamento entonces aprobó en 1811 el Acta de Regencia, en la cual el asentimiento real fue concedido por los Lords Comisionados (quiénes fueron designados bajo el mismo procedimiento irregular que fue adoptado en 1788). El príncipe de Gales actuó desde entonces como Regente por el resto de la vida de Jorge III.
Spencer Perceval fue asesinado en 1812 (siendo el único Primer Ministro británico en tener este final) y substituido por Roberto Banks Jenkinson, 2do conde de Liverpool. Lord Liverpool supervisó la victoria británica en las guerras napoleónicas. El subsecuente Congreso de Viena dio aumentos territoriales significativos para Hannover, que fue elevada de electorado a reino (12 de octubre de 1814).
Mientras tanto, la salud de Jorge III se deterioraba. En la Navidad de 1819, sufrió otro ataque de locura y habló incoherencias durante 58 horas, al final de los cuales entró en coma. El 29 de enero de 1820 Jorge murió, ciego, sordo y loco, en el castillo de Windsor, a los 81 años de edad. Fue sepultado el 16 de febrero en la Capilla de San Jorge, en Windsor.
Jorge fue sucedido por el primero de sus hijos Jorge IV, y luego por otro hijo, Guillermo IV. Guillermo IV, también, su hijos legitimo a no ser de su muerte, dejandole el trono a su sobrina, Victoria, la última monarca de la Casa de Hannover.